Parlamento de Budapest - Hungría

Majestuoso a orillas del Danubio desde 1904, el Parlamento de Hungría es el tercero más grande del mundo, con sus 691 habitaciones, casi 270m de largo, 120 de ancho y casi 100m de altura en su cúpula.


La entrada parece un palacio real, con mármoles, esculturas, lámparas, dorados, la alfombra roja y la decoración de sus techos.


En el centro del edificio y bajo la cúpula se encuentran las joyas de la antigua corona húngara, entre ellas la corona de San Esteban conocida por tener una cruz torcida (dicen que algún chambón que la trasladaba durante las invasiones mongolas del S.XIII la dejó caer, y así quedó). La próxima foto no es mía, (shhhhh) porque está prohibido sacar en esa sala y no tuve ganas de pasar mis vacaciones en un calabozo.


Hay varios datitos curiosos, como que trabajaron 100.000 personas en su construcción y se usaron 40 kilos de oro 22 quilates en sus decoraciones (no, no pueden ir a raspar una columna, compórtense!).


La alfombra roja de los pasillos mide casi 3 kilómetros de largo, hay 29 escaleras, 10 patios, 13 ascensores (algunos con asientos por si te cansas en el viaje) y fue una novedad mundial para la época porque tuvo desde el principio sistema de calefacción y aire acondicionado (tomá mate).



Es posible conocerlo con visitas guiadas por aprox. 32 euros en varios idiomas, entre ellos español, aunque hay sectores que no están abiertos al público como la Cámara Baja (Diputados), que es la que funciona en la actualidad ya que desde la SGM el parlamento es unicameral. La Cámara Alta sí se puede ver y hoy se usa para conferencias y reuniones (no, tampoco la pueden alquilar para festejar un cumple).



Otra curiosidad es que existen en los pasillos 600 ceniceros numerados para habanos, porque tiempo atrás los Diputados salían a fumar a cada rato y dejaban sus "puros" encendidos para regresar en la siguiente pausa, identificando así cada uno el suyo (nadie tocaba pucho ajeno, obvio)