Paseando por Ámsterdam
Volvamos a mi paso por Ámsterdam, la capital de Países Bajos con un centro histórico del siglo XVII rodeado de canales semicirculares que inicialmente fue un pueblo de pescadores, llegando en la actualidad a ser la ciudad más grande del país. Hoy pueden verse sus típicas casas y almacenes de estilo neerlandés como la postal más famosa de Ámsterdam.
Es conocida también por haber adoptado sus residentes como principal medio de transporte las bicicletas, que además de prácticas reducen la congestión de tránsito y son amigables con el medio ambiente... salvo las que caen diariamente en los canales (se dice que se rescatan unas 15.000 al año para limpiarlos). Mucho cuidado que todo está preparado para la circulación en bici y tal es su prioridad que si te cruzás delante de una, probablemente te lleve puesto hasta su destino. De hecho hasta podrían hacerte responsable a vos como peatón si hubiera un accidente.
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Estacionamiento de bicicletas |
Aclarado el tema (y tomados los recaudos para no terminar viajando yo en el canastito de un desconocido), empecé a recorrer la capital que tenía mucho para mostrar.
En mis viajes suelo llevar un listado de los lugares importantes a visitar de cada ciudad, aunque siempre con planes flexibles para ir adaptando al clima, nuevos intereses y sobre todo a mis ganas.
Ámsterdam es bella por donde se mire, con sus canales y callecitas que invitan a perderse; sus mercados tradicionales, varios barrios que vale la pena recorrer y museos como el de Van Gogh y Rembrandt. Imperdibles algún paseíto en barco y la Casa de Ana Frank para la que hay que sacar entrada con tiempo y por la web (haré un post con más info). Recomiendo hacer un free tour como primer recorrido para ubicarse en la zona, pudiendo luego elegir a donde regresar según sus propios intereses.
PD: si si, ya sé, me está faltando nombrar lo que a muchos les llama la atención: el Barrio Rojo y los Coffee Shops... en un próximo capítulo